Los objetos en escena cobran vida a partir de las ocurrencias de María Luna, una niña de diez años, para mostrarnos cómo sería un día cotidiano de aquellos seres fantásticos cargados de melancolía, de cierta vejez, y también de los recuerdos que van quedando a lo largo del tiempo. Don Clock y la rutina diaria de los aparatos olvidados se convierte así en una metáfora poética de cuatro seres ficcionados: don Clock, la señora Plancha Antigua, el señor Tv en Blanco y Negro y el Abuelo Radio a. m., quienes, por medio de sus acciones en un teatro de máscaras y de silencio, dan vida a la historia escrita por María Luna.
Una epidemia de rabia canina se expande por la ciudad de Cali, pero parece que la que está enferma de rabia es la sociedad de la intolerancia, alienada por las mentiras que se transmiten por los medios de comunicación en su afán de ganar audiencia.
Sie7e perros es una fábula que, valiéndose de la voz de los animales y de sus propietarios, nos hace reflexionar sobre nuestro comportamiento como comunidad. ¡Alerta!: la ciudad está siendo azotada por el virus de la rabia, un virus que no respeta estrato, condición social ni especie. La amenaza ronda por las calles en los filosos dientes de cualquier perro, o de cualquier humano. ¡Desconfíe!
Esta obra combina la tradición de los cuentos milenarios orientales con una narrativa teatral llena de enseñanzas valiosas. A través de la figura de un sabio anciano que ofrece máscaras y cuenta historias mágicas, la obra nos invita a reflexionar sobre temas universales como la gratitud, la aceptación y la solidaridad. Cada historia —“La Grulla agradecida”, “El Monje de la nariz larga” y “Wang y el Mago”— presenta personajes que enfrentan desafíos y aprenden importantes lecciones de vida.
En “La Grulla agradecida” se destaca la importancia de la gratitud y la confianza, mientras que en “El Monje de la nariz larga” se aborda la aceptación de uno mismo y la belleza interior. La historia de Wang, por su parte, resalta la importancia de la solidaridad y la bondad desinteresada.
Los elementos puestos en juego hacen que la obra resulte entretenida y enriquecedora, especialmente para quienes disfrutan de historias con simbolismos profundos. Además, el uso de personajes como el anciano vendedor y los niños discípulos aporta un toque cálido y cercano; esto hace que el mensaje llegue con sencillez y ternura.
El argumento se centra en dos simpáticos ratones que son vecinos. Un río separa sus casas, y aunque viven cerca, los pequeños roedores no son amigos: de hecho, cada encuentro es un motivo para alimentar su mutua repulsión.
Un día, a Boris se le ocurre una gran idea: decide enviarle a su vecina una carta para hacerle saber lo mal que le cae. Flora no tarda en responder, y así comienza una frenética batalla epistolar y de actos vengativos que hará carcajear y sorprenderá gratamente al espectador.
Los personajes, que actúan impulsados por el odio y la sed de venganza, atraviesan el río diariamente para dejar en la puerta vecina las hojas plagadas de jocosos y grotescos insultos. Pero un día Boris no encuentra la respuesta de Flora, y el espectador ya no solo será testigo de la problemática y divertida relación entre los ratones, sino de su transformación.
Esta obra de teatro callejero, o para espacios no convencionales, nació del universo simbólico y la cosmogonía de la comunidad nukak makú, considerados los últimos nómadas de Colombia. Se trata de un homenaje escénico a su legado, por lo cual, a través de la historia de Mauro, se visibilizan elementos esenciales de su cultura, como sus orígenes, creencias y modo de vida.
Mauro crece como cualquier otro miembro de su comunidad, aprendiendo a sembrar, cosechar y cazar, habilidades fundamentales para la preservación de este pueblo. Pero desde niño, su abuelo —guardián del conocimiento ancestral— le revela que lleva en la sangre un linaje especial, y que es su responsabilidad proteger y guiar a los suyos en tiempos de peligro o incertidumbre. Cuando llega el momento, el abuelo trasciende, y su espíritu se fragmenta en tres para viajar a distintos mundos: Gea, Yee y Bak. Este suceso marca el inicio del camino de Mauro como nuevo líder espiritual y protector de su pueblo. Desde ese momento deberá mantener el equilibrio, guiar con sabiduría y enfrentar las amenazas externas que ponen en riesgo la existencia de su gente.
María Té es una obra que lleva a la escena una historia inspirada en hechos de la vida real sucedidos en el seno familiar de la narradora. La historia se propone cuestionar los distintos preceptos y exigencias que en aquella época se imponían a las mujeres, muchos de los cuales siguen vigentes, aunque están siendo combatidos por las voces de nuestro tiempo. Para lograrlo, la historia muestra cómo la presión social y religiosa moldean y castigan el comportamiento femenino, al tiempo que hace reflexionar sobre cómo el poder de decidir por sí mismas puede mejorar la calidad de vida individual y crear una fuerza colectiva capaz de hacer avanzar a otras mujeres.
Se trata de un relato con enfoque de género que expone el cambio reflejado en el futuro de las mujeres de toda una familia, por la decisión y determinación de una campesina que creía fielmente en sí misma y que dejó a un lado las imposiciones sociales y familiares para vivir por y para ella, engendrando así un legado de libertad.
En su novedosa propuesta de narración oral contemporánea con fines recreativos, artísticos, culturales y pedagógicos, el actor-narrador Carlos Pachón Rodríguez da vida al personaje Gilimón Solonilla con el propósito de recrear en tono jocoso historias, anécdotas y vivencias recuperadas de la cotidianidad de la gran urbe.
“Mi hermano el do’tor”, “El bailarín” y “El loco Jeremías” son algunos de los relatos que conforman este espectáculo, cuyo hilo conductor es la vida de un ingenuo campesino que emigra a la ciudad. Los hechos descritos en primera persona incentivan reflexiones sobre el arraigado machismo, el desplazamiento, la corrupción, la desnaturalización de los valores, el resquebrajamiento de la unidad familiar, la pérdida de identidad, la drogadicción, la violencia barrial y casos como el de los falsos positivos. En suma, múltiples formas de violencia que fomentan liderazgos nocivos entre las nuevas generaciones.
Se trata de una propuesta minimalista que amalgama de manera directa y eficiente la narración oral con la comunicación social y el arte escénico. El resultado es un espectáculo de aproximadamente una hora, dirigido a jóvenes y adultos, en el que la imaginación del espectador-oyente es la invitada de honor.
Desde tiempos antiguos, el circo ha estado presente en la vida cotidiana. En él, la ley es el juego de la fuerza masculina, donde el más grande devela sus capacidades cargando la vida a cuestas, mientras el más liviano vuela por los aires y el más ágil reta las leyes de la gravedad. Aquí, la gracia roba sonrisas, y todos nos jugamos la vida ¡para que usted viva el circo!
Artistas:Liliana Chicuazuque - Calcetín | Mateo Lasso Devia - Orbit Performance | Cristhian Galindo – ECCAF (Acrobacia doble altura) | Santiago Pineda - ECCAF (Salto en lazo) | Geison Estupiñan - ECAFF (Equilibrio en pelota) | Zap Payaso – Caliche - Colectivo Pazos de Payasos | Bombi el Payaso – Lucho Guzmán - Colectivo Pazos de Payasos | Nicolás Andrés Ruiz Fierro - Acróbata (Rueda Cyr) | Jonathan Aguilar Villamil - – Jumping Higt (Rola Bola)
Una mujer de mediana edad camina a altas horas de la noche desde el edificio de oficinas donde trabaja hasta el paradero donde todas las noches espera el bus. La narración usa ese recorrido para profundizar en su vida, hurgar en su memoria y conocer sus traumas, frustraciones y complejos.
A menos de dos cuadras la espera un grupo de personajes de dudosa procedencia que cambiará para siempre el sentido de su existencia.