El Zipa Tisquesusa navega en sueños terribles, vive pesadillas que no lo dejan tranquilo, y para interpretarlas ha llamado a todos los chyquys, magos y chamanes muiscas. Sin embargo, solo uno, Popon, el jeque de Ubaque, podrá revelarle el significado de sus sueños. La terrible interpretación pronostica sangre, muerte y exterminio, no solo para el Zipa, sino para todos los pueblos indígenas.
Un domingo, en un inquilinato de un barrio de Bogotá, tres mujeres se encuentran en una terraza para “lavar la ropa sucia”. Allí discuten a partir de los chismes más importantes de sus vecinos y, movidas por la sororidad, aprovechan para revelar cositas personales que las volverán aliadas contra el maltrato que la mujer sufre en todas sus formas.
Una importante conferencia financiera, de extrema importancia para la economía nacional, dictada por un caballero inglés frente a la Cámara de Comercio de Bogotá, necesita un traductor.
Por razones absurdas, que tienen que ver con la ausencia total de ética de un par de implicados, el encargado de la traducción es un “ñero”, y de ello, como es apenas obvio, surge una serie de situaciones entre estúpidas y delirantes.
Es una obra muy sencilla de humor blanco y negro, que apunta a mostrar ciertas debilidades que son propias de eso que suele llamarse la “idiosincrasia” colombiana.