La Fundación Jaime Manzur crea el primer teatro estable en Bogotá, más exactamente en Chapinero en el año 1980, cuando formó una escuela de teatro de marionetas.
Desde entonces ha seguido difundiendo este tipo de cultura y recreación y, con su teatro, ha contribuido a formar un público, que desde la niñez puede reconocerlo gracias a su oferta de diferentes espectáculos de ópera, zarzuela, cuentos clásicos y literatura nacional e internacional.