Los objetos en escena cobran vida a partir de las ocurrencias de María Luna, una niña de diez años, para mostrarnos cómo sería un día cotidiano de aquellos seres fantásticos cargados de melancolía, de cierta vejez, y también de los recuerdos que van quedando a lo largo del tiempo. Don Clock y la rutina diaria de los aparatos olvidados se convierte así en una metáfora poética de cuatro seres ficcionados: don Clock, la señora Plancha Antigua, el señor Tv en Blanco y Negro y el Abuelo Radio a. m., quienes, por medio de sus acciones en un teatro de máscaras y de silencio, dan vida a la historia escrita por María Luna.
El argumento se centra en dos simpáticos ratones que son vecinos. Un río separa sus casas, y aunque viven cerca, los pequeños roedores no son amigos: de hecho, cada encuentro es un motivo para alimentar su mutua repulsión.
Un día, a Boris se le ocurre una gran idea: decide enviarle a su vecina una carta para hacerle saber lo mal que le cae. Flora no tarda en responder, y así comienza una frenética batalla epistolar y de actos vengativos que hará carcajear y sorprenderá gratamente al espectador.
Los personajes, que actúan impulsados por el odio y la sed de venganza, atraviesan el río diariamente para dejar en la puerta vecina las hojas plagadas de jocosos y grotescos insultos. Pero un día Boris no encuentra la respuesta de Flora, y el espectador ya no solo será testigo de la problemática y divertida relación entre los ratones, sino de su transformación.
Esta obra de teatro callejero, o para espacios no convencionales, nació del universo simbólico y la cosmogonía de la comunidad nukak makú, considerados los últimos nómadas de Colombia. Se trata de un homenaje escénico a su legado, por lo cual, a través de la historia de Mauro, se visibilizan elementos esenciales de su cultura, como sus orígenes, creencias y modo de vida.
Mauro crece como cualquier otro miembro de su comunidad, aprendiendo a sembrar, cosechar y cazar, habilidades fundamentales para la preservación de este pueblo. Pero desde niño, su abuelo —guardián del conocimiento ancestral— le revela que lleva en la sangre un linaje especial, y que es su responsabilidad proteger y guiar a los suyos en tiempos de peligro o incertidumbre. Cuando llega el momento, el abuelo trasciende, y su espíritu se fragmenta en tres para viajar a distintos mundos: Gea, Yee y Bak. Este suceso marca el inicio del camino de Mauro como nuevo líder espiritual y protector de su pueblo. Desde ese momento deberá mantener el equilibrio, guiar con sabiduría y enfrentar las amenazas externas que ponen en riesgo la existencia de su gente.
Desde tiempos antiguos, el circo ha estado presente en la vida cotidiana. En él, la ley es el juego de la fuerza masculina, donde el más grande devela sus capacidades cargando la vida a cuestas, mientras el más liviano vuela por los aires y el más ágil reta las leyes de la gravedad. Aquí, la gracia roba sonrisas, y todos nos jugamos la vida ¡para que usted viva el circo!
Artistas:Liliana Chicuazuque - Calcetín | Mateo Lasso Devia - Orbit Performance | Cristhian Galindo – ECCAF (Acrobacia doble altura) | Santiago Pineda - ECCAF (Salto en lazo) | Geison Estupiñan - ECAFF (Equilibrio en pelota) | Zap Payaso – Caliche - Colectivo Pazos de Payasos | Bombi el Payaso – Lucho Guzmán - Colectivo Pazos de Payasos | Nicolás Andrés Ruiz Fierro - Acróbata (Rueda Cyr) | Jonathan Aguilar Villamil - – Jumping Higt (Rola Bola)